intervenciones transdiagnósticas

Abr, 2023

By Mind Group Team

Intervenciones transdiagnósticas

El enfoque transdiagnóstico, que está siendo cada vez más utilizado para explicar el desarrollo de los trastornos emocionales en las personas, se centra en la idea de que muchos de estos trastornos comparten ciertas características subyacentes que los conectan. En lugar de centrarse en los síntomas específicos de cada trastorno, el enfoque transdiagnóstico se enfoca en los procesos mentales y emocionales que están presentes en muchos trastornos emocionales diferentes.

En línea con esta visión de los trastornos emocionales, en psicología se han diseñado diferentes intervenciones transdiagnósticas que están suponiendo la forma más innovadora de tratamiento en la actualidad.

Estas intervenciones se caracterizan por centrarse en aquellos factores que son comunes a los trastornos emocionales, modificándolos desde un enfoque cognitivo-conductual y dotando de habilidades de regulación emocional a las personas, todo ello, independientemente del problema emocional específico. Se trata de una forma de tratamiento realmente útil y eficiente por diferentes razones. Por una parte, ofrece un tratamiento integrado (para el problema principal y para las comorbilidades que presente la persona). Lo común no es tener solo un trastorno emocional, sino presentar alta comorbilidad entre varios (por ejemplo, sabemos que la ansiedad y la depresión coexisten en un amplio porcentaje de pacientes). En este sentido, el enfoque transdiagnóstico permite a los profesionales evaluar e intervenir en dichos factores que explican todo el rango de problemas de una persona, mejorando por tanto la eficacia de la intervención. Por otra parte, permite la posibilidad de llevar a cabo intervenciones grupales con personas que presentan trastornos emocionales diferentes.

Una de las principales intervenciones transdiagnósticas con las que contamos hoy día es el Protocolo Unificado. El psicólogo estadounidense y profesor emérito de la Universidad de Boston, David Barlow lideró junto a su equipo el desarrollo de este protocolo con el objetivo de tratar un amplio espectro de trastornos emocionales como la depresión, la ansiedad, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y el trastorno de estrés postraumático (TEPT). En palabras del propio Barlow y su equipo:
“Desde una perspectiva transdiagnóstica, la evaluación se centra, no solo en establecer los posibles diagnósticos que una persona pueda presentar, sino, principalmente, en descubrir aquellas variables transdiagnósticas que se encontraron en el inicio y que ahora mantienen todo el rango de problemas emocionales que la persona sufre.” (Barlow et al., 2019) (1)

Pero, ¿son efectivas las intervenciones transdiagnósticas?

La investigación hasta la fecha indica que sí. Como muestra, traemos dos investigaciones relacionadas y recientes.

La primera lleva por título “Transdiagnostic treatment of depression and anxiety: A meta-analysis” (2) (Tratamiento transdiagnóstico de la depresión y la ansiedad: Un metanálisis).
Se trata de un estudio publicado el 6 de enero de 2023 en Psychologycal Medicine. Autores: Pim Cuijpers, Clara Miguel, Marketa Ciharova, David Ebert, Mathias Harrer y Eirini Karyotaki.

En los últimos 10 años, un número cada vez mayor de ensayos aleatorios han examinado los efectos de los tratamientos transdiagnósticos de pacientes con depresión o ansiedad. Pero en este estudio se realiza el primer meta-análisis completo de los resultados de este campo emergente, examinando los efectos sobre la depresión y la ansiedad a corto y largo plazo.

La conclusión es que los tratamientos transdiagnósticos de depresión y/o ansiedad son probablemente efectivos a corto plazo. Y que se necesita más investigación de alta calidad para verificar estos hallazgos y examinar los efectos a largo plazo.

Algo anterior es este otro trabajo: “Transdiagnostic group cognitive behavioural therapy for emotional disorders in primary care: the results of the PsicAP randomized controlled trial”.(3)
(Terapia grupal transdiagnóstica cognitivo conductual para trastornos emocionales en atención primaria: los resultados del ensayo aleatorio controlado PsicAP.)

Se publicó el 8 de febrero de 2021. Sus autores son: Antonio Cano-Vindel, Roger Muñoz-Navarro , Juan A. Moriana, Paloma Ruiz-Rodríguez, Leonardo Adrián Medrano y César González-Blanch.

Los trastornos emocionales son altamente prevalentes en la atención primaria. Y lo que se intentaba con este estudio era determinar si una terapia psicológica transdiagnóstica más el tratamiento habitual (TH) es más eficaz que solo el TH en pacientes adultos de atención primaria.
Tras el estudio se llegó a la conclusión de que agregar una breve intervención psicológica transdiagnóstica a la TH puede mejorar significativamente los resultados en los trastornos emocionales tratados en la atención primaria.

Otra publicación que resaltamos en esta ocasión es el libro publicado en 2015 “Tratamiento diagnóstico de los desórdenes emocionales” (4) , de Ana Estévez Gutiérrez, Juan Ramos-Cejudo y José Martín Salguero Noguera.
En él se presentan de manera práctica las características principales del Modelo General de los Desórdenes Emocionales (MGDE) basado en la perspectiva transdiagnóstica.

En este trabajo se muestra la forma de utilizar dicho modelo para realizar la evaluación y la formulación de un caso. Igualmente, se presenta una propuesta de intervención transdiagnóstica para los trastornos emocionales basada en el MGDE. El modelo MGDE incluye diferentes variables psicológicas que han mostrado ser útiles a la hora de explicar los diferentes problemas emocionales que una persona pueda presentar. Además, nos sugiere la forma en que dichas variables se relacionan funcionalmente entre sí.

Desde MindGroup ofrecemos tratamientos grupales de tipo transdiagnóstico para trastornos emocionales.

En concreto, contamos con el PROGRAMA IMPULSA, nuestra iniciativa social de terapias de bajo coste basadas en metodología transdiagnóstica.

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Referencias

Estas son las referencias utilizadas y/o mencionadas en este artículo.

(1) Barlow, D. H., López, J. J. O., Farchione, T. J., Delgado, E. C., Sauer-Zavala, S., Latin, H. M., Ellard, K. K., Bullis, J. R., Bentley, K. H., & Boettcher, H. T. (2019). Protocolo unificado para el tratamiento transdiagnóstico de los trastornos emocionales: Manual del terapeuta. Alianza Editorial.

David H. Barlow & team / The Unified Protocol for Anxiety Treatment

(2) Cuijpers, P., Miguel, C., Ciharova, M., Ebert, D., Harrer, M., & Karyotaki, E. (2023). Transdiagnostic treatment of depression and anxiety: A meta-analysis. Psychological Medicine, 1-12. doi:10.1017/S0033291722003841

(3) Cano-Vindel, A., Muñoz-Navarro, R., Moriana, J., Ruiz-Rodríguez, P., Medrano, L., & González-Blanch, C. (2022). Transdiagnostic group cognitive behavioural therapy for emotional disorders in primary care: The results of the PsicAP randomized controlled trial. Psychological Medicine, 52(15), 3336-3348. doi:10.1017/S0033291720005498

(4) Estévez, A., Ramos-Cejudo, J. & Salguero, J.M. (2015). Tratamiento transdiagnóstico de los desórdenes emocionales. Síntesis.

intervenciones transdiagnósticas

Feb, 2023

By Mind Group Team

Enfoque transdiagnóstico

Una pregunta que siempre ha inquietado a los investigadores en psicología, y que sigue siendo el objeto de extensos trabajos de investigación en la actualidad, es: ¿por qué las personas acaban desarrollando trastornos emocionales tales como los trastornos de ansiedad, depresión o aquellos trastornos relacionados con el estrés?

A lo largo de la historia, ha habido diferentes enfoques que han intentado ofrecer una respuesta a esta pregunta. En la actualidad, un enfoque que está ganando fuerza y que se encuentra cada vez más respaldado por la ciencia es el enfoque transdiagnóstico.

¿Es posible que diferentes trastornos emocionales se expliquen por los mismos factores?

La respuesta a esta pregunta parece ser, “sí”. Durante mucho tiempo, tanto la psicología como la psiquiatría han confiado en la idea de que diferentes trastornos debían ser explicados por factores específicos y diferentes entre sí. Esto es, si una persona sufre un trastorno depresivo y otra un trastorno de pánico, aquellas variables que causan dichos trastornos debían ser distintas: lo que provoca la depresión no es lo mismo que lo que provoca los ataques de pánico.

Esta perspectiva conectaba con el sentido común, así como con el modelo médico que se utiliza para entender los problemas biológicos (lo que causa un resfriado -un virus-, no es lo mismo que lo que causa una infección -bacteria-). Pero los trastornos psicológicos funcionan de forma diferente a los problemas biológicos.

Desde principios de este siglo, se han ido acumulando resultados de investigación que convergen en una misma dirección: existen factores capaces de explicar diferentes trastornos emocionales. Dicho de otro modo, quizás lo que llamamos trastornos (obsesiones y compulsiones, ánimo deprimido, ataques de pánico, ansiedad social, ansiedad por enfermar, etc.) son el resultado de factores psicológicos y contextuales que no están funcionando de forma adaptativa.

¿Qué factores están mostrando ser transdiagnósticos?

Ya sabemos que la ciencia es, en sí misma, una secuencia de preguntas para tratar de acercarnos a comprender la realidad. En este sentido, si realmente es posible que algunos factores puedan explicar diferentes problemas, la siguiente pregunta que surge es: ¿cuáles son esos factores?

Muchos equipos y centros de investigación que están actualmente persiguiendo esta pregunta coinciden en lo siguiente: las personas que sufren trastornos emocionales tienden a vivir sus emociones con una alta intensidad (algo influenciado por sus situaciones contextuales -e.g., vivencia de estrés continuado-, y sus características de personalidad -e.g., neurocitismo o determinadas creencias-) y a presentar dificultades para regular sus emociones negativas.

Veámoslo en un ejemplo. Celia es una persona que tiene la creencia de que “debe hacerlo todo perfecto para que el trabajo sea bien valorado”. Recientemente, ha tenido un ascenso y ahora tiene más responsabilidad en el trabajo. Ante esta nueva situación, su creencia de “hacerlo todo perfecto” coge fuerza y le lleva a sentir más ansiedad (y miedo ante la posibilidad de no hacerlo como debería). Además, cuando se siente mal, usa algunas estrategias que no le ayudan: empieza a planificar en su cabeza todo lo que debe hacer una y otra vez (preocuparse), evita delegar y descansar para asegurarse de que el trabajo está bien hecho, presta mucha atención a sus sensaciones físicas. Celia usa estas estrategias porque cree que le ayudan pero, por el contrario, harán que su ansiedad se mantenga. Al final, es posible que termine pensando que su ansiedad es incontrolable (algo que generará más malestar emocional). Como vemos, esto se convierte en un círculo vicioso que le impedirá hacer su vida normal.

Este ejemplo nos muestra cómo factores que son adaptativos (nuestras emociones de ansiedad y miedo, los intentos de regular esas emociones) o incluso factores que han sido útiles anteriormente (la creencia de Celia de que “debe hacerlo perfecto” quizás le ha ayudado a conseguir el ascenso) dejan de ser funcionales y dan lugar a un trastorno emocional.